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Publicado el 30 de junio de 2016Última edición el 13 de mayo de 2020
Publicado el 30 de junio de 2016Última edición el 13 de mayo de 2020

¿Tendré limitaciones tras una cirugía de obesidad?

Yolanda Melero Puche
Licenciada en Psicología

Las limitaciones tras una cirugía de obesidad o cirugía bariátrica hacen referencia a los cambios que el paciente tendrá que asumir una vez operado. Es decir, principalmente qué hábitos tendrá que abandonar con el fin de tener un proceso óptimo. Porque la cirugía para ser exitosa ha de ir acompañada de un cambio de vida y de mentalidad, y esto inevitablemente supone soltar ciertos malos hábitos y costumbres relacionadas con la comida, la bebida, el ejercicio e incluso con la manera de relacionarse con uno mismo y con los demás. Dicho metafóricamente, para que algo nuevo surja, algo viejo ha de morir.

Si está interesad@ en este tema lea también:

5 limitaciones tras una cirugía de obesidad realmente beneficiosas

1. Dejar de COMER LO MISMO que antes.

Algunas personas esperan tener la misma relación con la comida una vez operados. Afortunadamente, esto no puede ser así, porque si no a la larga se encontrarían con problemas parecidos a los que le llevaron a la operación. El paciente operado tiene que adaptarse a que va a comer cantidades más pequeñas que anteriormente. La velocidad de ingesta tampoco podrá ser la misma, ya que si no se reduce puede ocasionar molestias y producir poco a poco la dilatación del estómago.  Además es frecuente que los pacientes operados cambien sus gustos por determinadas comidas  y su manera culinaria de prepararlos, dejando de apetecerles las comidas fritas. pesadas y muy procesadas, y por lo contrario, prefieren alimentos más ligeros y saludables como hortalizas, verduras y frutas.

2. Dejar de COMER COMO antes.

Y no sólo es el tipo de comida lo que cambia, sino también el cómo se come. En algunas personas, antes de la intervención la comida era una de las principales fuentes de placer y disfrute. Pero más que del sabor de los alimentos, lo que les estimulaba era la ingesta rápida de grandes cantidades de comida. Esto les daba la sensación de darse un premio, una recompensa. Sin embargo, tras la cirugía la persona aprende a disfrutar de la comida desde otro prisma, desde el contacto con los sabores, olores, texturas…

También vemos con frecuencia el caso de las personas que la comida representa un mero trámite que hay que hacer rápido para poder pasar a otra cosa. Son personas que llevan una vida rápida, estresada, no se permiten parar. Estos pacientes, si quieren tener un buen proceso, con resultados óptimos a largo plazo, tienen que hacerse a la idea que le tienen que dedicar un espacio exclusivo  a la comida sosegado y sin elementos de distracción, lo que les permitirá un mayor disfrute.

3. Dejar de BEBER COMO antes.

Antes de la intervención muchas personas están acostumbradas a beber muy rápido y de una sentada y a beber únicamente en las comidas. También a beber principalmente en las comidas. Tras la cirugía, este panorama cambia de manera drástica, ya que la persona tiene que beber poco a poco y dejar de beber en las comidas. Si no lo hace así, se enfrenta a importantes molestias, digestiones más pesadas y a ir dilatando el estómago. Eliminar o disminuir de manera drástica el consumo de bebidas con gas también es otro de los aspectos importantes que la persona ha de cambiar para tener un proceso de mejora.

4. Dejar el SEDENTARISMO.

El dejar atrás una vida sedentaria y realizar una vida activa es otro de los cambios imprescindibles dentro del proceso. Esto suele ser relativamente fácil de hacer, puesto que la persona suele sentirse cada vez más activa, más ligera y con más ganas de actividad, de “salir al mundo” y dejar atrás esa cómoda y desenergetizante vida sedentaria.

5. Dejar de hacer DIETAS ESTRICTAS.

Aunque pueda resultar extraño, una de las limitaciones tras una cirugía de obesidad consiste en ir soltando la mentalidad de dieta, dejar de contar calorías, grasas… Dejar de pesarse de manera obsesiva y con excesiva frecuencia. El paciente únicamente tendrá que preocuparse por comer variado y de manera nutritiva.

Se trata de confiar en que la operación y los nuevos hábitos nos llevarán a dónde queremos ir, sin prisa, disfrutando del proceso. Abandonar esto es tan importante, que hemos observado que, determinados pacientes obsesionados por el peso y las calorías, adelgazan menos y encima se sienten más frustrados por el sobreesfuerzo realizado.

Sabemos que las limitaciones tras una cirugía de obesidad, en algunos casos, puede llevar una vivencia de duelo, de pérdida de uno o varios hábitos que eran importantes para el paciente. Por ello es importante entender que renunciando a esas malas costumbres y aceptando esas “pérdidas” el balance será siempre positivo. Aumentará la calidad de vida del paciente y podrá disfrutar de forma plena de sus actividades cotidianas. Poco a poco, a medida que uno se acostumbra a lo nuevo, va surgiendo una vida más rica, más activa y menos limitada a nivel psíquico, físico y alimentario.

 

Pueden plantearnos sus dudas y comentarios en consultas@obesitas.es“.
Si usted padece obesidad, explíquenos su caso en nuestra “Historia Clinica de Obesidad”, y le realizaremos una recomendación.
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