Prevenir la recuperación de peso tras reducción de estómago
¿Cómo prevenir la recuperación de peso tras reducción de estómago?:
Recuperar el peso perdido es uno de los principales temores de los pacientes. Para evitar que esto suceda, y prevenir la recuperación de peso tras reducción de estómago, debemos tener presente varios aspectos fundamentales. El que mayor importancia tiene es que nuestros pacientes deben llevar una dieta completamente normal, al contrario de la creencia popular que considera que un paciente en el que se ha llevado a cabo una reducción de estómago estará a dieta de por vida.
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Tanto si se trata de una reducción de estómago tipo Tubo o Manga Gástrica, Bypass Gástrico ó Plicatura Gástrica, tras el período de adaptación general que dura menos de un mes, debemos comenzar a consumir todo tipo de alimentos, incluyendo pan, pasta, patata, arroces, carnes, pescados, huevos, legumbres, frutas, verduras y por tanto, todos aquellos que forman las primeras bases de la pirámide alimentaria.
La diferencia principal radica en el hecho de que la cantidad de alimento que es capaz de ingerir el paciente, es mucho menor que en una persona sin reducción de estómago. Esto, junto con la disminución del apetito que va pareja por una menor presencia de la hormona ghrelina, nos permite la pérdida de peso al ingerir menores cantidades de alimento.
Sin embargo, debemos recordar que la cantidad de alimento ingerido no es el único factor que debemos vigilar de cerca. Aquí entra en juego el papel de la calidad. Cuándo decimos calidad no nos referimos a que sea un alimento comprado en el mejor supermercado, hablamos de contenido calórico para una misma porción de alimento.
Un ejemplo de calidad:
Como ejemplo sencillo, imaginemos un dulce del tamaño de una pelota de golf. Al comerlo ocupará un determinado volumen dentro de nuestro estómago. Sin embargo, el proceso de digestión y absorción de nutrientes será distinto en base a los ingredientes con los que haya sido elaborado. Si ese dulce se ha hecho con un 50% de mantequilla, azúcar y harina tendrá un gran contenido calórico a pesar de su tamaño pequeño. Sin embargo, si ha sido elaborado con un 20% de aceite de oliva, edulcorante y harina, el contenido calórico será muchísimo menor en el mismo tamaño de producto. Eso es la calidad de un alimento. El tamaño, en concordancia con los nutrientes que contiene.
Teniendo en cuenta que nuestro nuevo estómago tiene un tamaño mucho menor, si no andamos con cuidado podemos introducir calorías excesivas con tamaños de alimentos muy pequeños. Por ello, durante la intervención nutricional post-operatoria, nuestro equipo multidisciplinar le guiará constantemente para poder llevar a cabo la selección adecuada de alimentos. Y esta adecuación se lleva a cabo como antes decíamos, comiendo de todo, pero en las cantidades adecuadas.
Por tanto, para prevenir la recuperación de peso tras una operación de obesidad, debemos incluir en nuestra dieta todos los alimentos, haciendo hincapié en que tengan una calidad óptima. En pocas palabras, debemos comer de todo, en las cantidades que toleremos y sin forzar, evitando siempre los alimentos de mala calidad.
Para cumplir este objetivo, nuestra dieta debe incluir de forma diaria alimentos con hidratos de carbono (Pan, pasta, patata, arroz, legumbres…), con proteínas (Carnes, pescados, huevos, legumbres…), alimentos reguladores (Frutas y verduras) evitando aquellos con alta densidad calórica como los embutidos o productos de bollería. O dicho de otra forma, comer sano, variado y equilibrado sin necesidad de hacer ningún tipo de dieta.
Para recordar este detalle, podemos utilizar siempre la frase que dice… Para prevenir la recuperación de peso tras una operación de obesidad importa más la calidad que la cantidad.