Es bueno pesarse

El cuestionamiento de la idoneidad de si es bueno pesarse de manera frecuente y de tomar el peso como única y principal variable del proceso de adelgazamiento tras un Bypass Gástrico. Aportando las implicaciones que tiene esta actitud de “obsesión” por el peso y vislumbrando una actitud más sana para adelgazar.

¿Porqué no es bueno pesarse?

La mayoría de las personas que desean adelgazar utilizan el peso como principal fuente de referencia para saber si el proceso está yendo correctamente. Sin embargo, no suelen ser conscientes de las consecuencias adversas que este hábito les puede acarrear.

Al estar realizando “una dieta”, solemos realizar un control excesivo de nuestra ingesta (mirando las calorías de cada alimento, por ejemplo) y de nuestro peso. De tal forma que nos podemos pesar con mucha frecuencia, pudiendo llegar a hacerlo incluso varias veces al día. Estamos “hipervigilantes” de nuestro peso y de la evolución de éste. Nuestro objetivo fundamental suele ser bajar de peso, y si no lo conseguimos en el tiempo que hemos estipulado (o bien que alguien de fuera ha estipulado), consideramos nuestro proceso como un fracaso, nos desanimamos y la continuidad de nuestra dieta se ve seriamente comprometida.

Es decir, mientras que estamos bajando de peso, creemos que lo estamos realizando “bien”, pero en el momento que nuestro peso se mantiene, consideramos que estamos “estancados” y cuestionamos seguir con nuestras pautas, ya que según nuestro criterio “YA NO SON EFECTIVAS”. POr este motivo, no es bueno pesarse con demasiada frecuencia.

¿Qué puedo hacer para salir de este bucle?

Primero, en lugar de realizar un esfuerzo muy grande en nuestra dieta, deberíamos limitarnos a cuidar nuestra alimentación, sin ser muy estrictos con nosotros mismos. Debemos pensar que la alimentación que llevemos la podemos mantener de por vida (no ha de ser un esfuerzo grande en un corto espacio de tiempo).

Así, debemos dejar de valorar nuestro progreso en función del peso, y focalizar esta valoración en función de nuestros hábitos (variedad de alimentación, número de ingestas, ejercicio físico…). Para ello, es imprescindible que nos pesemos en la menor medida posible y consideremos el peso sólo como una variable más. Debemos tener en cuenta que el peso no es una variable lineal que desciende siempre a la misma velocidad, sino que a veces, a pesar de realizar unos buenos hábitos, el peso puede mantenerse e incluso subir ligeramente.

Nuestra meta, en definitiva, ha de ser nuestro cuidado, y ser cada vez más conscientes de qué y cómo comemos, debemos cuidar de nuestro organismo para que poco a poco nos vayamos sintiendo más equilibrados, con más energía, más ligeros, más fuertes…

Demos dar el salto, en lugar de tener un proceso en el que estemos luchando continuamente contra nosotros mismos, tenemos que pasar a una actitud de cuidado de nuestro cuerpo y salud, realizando obviamente un esfuerzo moderado, pero desde el cuidado y la aceptación a uno mismo, no desde la lucha, el sacrificio y eso que muchos llaman “fuerza de voluntad”.