Claves para aceptar nuestro cuerpo. Un verano sin complejos.

Claves para aceptar nuestro cuerpo. Cuando no aceptamos nuestro cuerpo tendemos a ocultarlo, a compararlo con el de los demás, a descalificarlo. Muchas veces este tendencia es tan fuerte que se convierte el foco principal de nuestra atención, sintiéndonos insatisfechos y contrariados (todo el rato estamos pendientes de nuestra apariencia, de los “michelines”, de cómo disimularlos, etc…). Y algunos pacientes buscan su «auto-aceptación» tras una operación de Tubo Gástrico.

Claves para empezar a aceptar nuestro cuerpo

Una de las mejores maneras que tenemos para comenzar a salir de este círculo vicioso es mirarnos a un espejo y, respirando de manera profunda y completa, decirnos “Me acepto”, varias veces (durante unos minutos y de manera sentida y vivida). Teniendo en cuenta que aceptar no significa resignarse, sino que a pesar de que haya cosas que no me guste, les doy cabida en mi vida, dejo de luchar contra ellas. Esto último sería parecido a lo que nos ocurre con nuestra pareja, hijos, profesión… seguro que no nos gusta todo de ellos, pero aceptamos que son como son (si no, estaríamos siempre en discusión, pelea, insatisfacción…). La sensación ha de ser de perdón, de soltar, de dejar de luchar y ACEPTAR que las cosas son como son, que yo y mi cuerpo son como son. Ello no implica que no hagamos nada para solucionarlo, pero ya desde otro lugar, no desde la lucha, ni desde el odio ni la desesperación… sino desde el cuidado, el mimo, el mirar por uno mismo de manera tierna y cuidadosa.

Hacer planes positivos de aceptación

El siguiente paso sería planificar una cosa al día que haríamos si aceptáramos nuestro cuerpo, tiene que ser una cosa muy pequeña al principio (mirar a alguien a los ojos, ponerse tal pieza de ropa, pasear por la playa, quedar con tal persona, hacerse una foto…). Como acabo de decir, al principio ha de ser una acción muy pequeña, y poco a poco a medida que podamos vamos haciendo cosas más complicadas. Por ejemplo, es posible que al principio nos de mucho miedo ir a la playa con mucha gente, pero podamos soportar dar un paseo a primera hora del día.

Por último, tener en cuenta que cuando hagamos esa pequeña acción, hemos de conectar con esa sensación de aceptación y actuar como si nos aceptáramos (realizar los gestos, posturas, maneras de mirar, de caminar…). Al principio podemos imaginarnos que somos actores realizando un personaje determinado, hasta que poco a poco este personaje se vaya interiorizando dentro de nosotros.