Satisfacción con tratamientos de obesidad a largo plazo

El grado de satisfacción con tratamientos de obesidad a largo plazo (pasados unos años) es una de los principales interrogantes que tienen los pacientes antes de intervenirse.  Se suelen preguntar si la intervención “no perderá fuerza” o si se volverá a agrandar el estómago, y con ello recuperar el peso de antes de la operación. Hay una idea mágica de que “comenzaré a engordar de manera imparable y volveré a recuperar todo el peso perdido”.  Esta suele venir de las experiencias pasadas dónde  la persona puede haber conseguido adelgazar considerablemente pero luego, al abandonar la dieta y ciertos hábitos, fue engordando de nuevo e incluso pudo ganar más peso. La persona pues se queda inconscientemente con la creencia que después de adelgazar vuelve a engordar y el avance realizado desaparece.

Y este pensamiento parece inevitable, debido al gran número de fracasos que ha tenido el paciente, y que han quedado grabados a fuego como tales, como FRACASOS. Pero esta vez el método de control de peso ha sido totalmente distinto. El paciente ha de dejar de reforzar esas creencias, esos pensamientos que mantienen la idea de que una vez que adelgace luego volverá a engordar.  Este trabajo es importante, porque como dijimos en el artículo anterior, lo que pensamos se hace realidad.  Entonces, lo primero que  tenemos que darnos cuenta es precisamente de esto, que ese miedo a volver a recuperar el peso viene del pasado y no del presente. Así empezamos a cuestionarlo, a darnos cuenta que ese miedo no es real, que uno no engorda mágicamente y que si llevamos unos hábitos adecuados, no tenemos por qué engordar.

¿De qué depende la satisfacción con la cirugía bariátrica a largo plazo?

La satisfacción con la cirugía bariátrica a largo plazo depende principalmente de que la persona consiga instaurar y mantener a lo largo del tiempo una serie de hábitos alimentarios. Es decir,  no es buena ni mala suerte que uno se mantenga o engorde con el paso de los años, si no que depende de que la persona tenga un cierto grado de compromiso con el propio cuidado de sí mismo. Es decir, que no sea excesivamente estricto con su alimentación y ejercicio (ya que luego se cansará) pero que coma despacio, variado, sin líquidos en comidas, y tenga una vida activa. Es prioritario dar un espacio para comer tranquilo, respetando al máximo las cantidades y sin beber líquidos en las comidas. Esto es el mejor seguro para que la dilatación del estómago sea mínima.

Satisfacción con la cirugía bariátrica a largo plazo: Principales obstáculos

El principal obstáculo para que la persona no esté satisfecha a largo plazo con la intervención es justamente el no haber dado importancia al mantenimiento de los hábitos de alimentación. Es decir, la persona se confía porque todo le va bien y va bajando de peso y come rápido, incluso de pie, vuelve a beber en comidas e incluso en vez de 5 comidas puede hacer 2 o 3. Entonces lo que pasa es que sin darse cuenta y de manera imperceptible puede ir estirando el estómago. También al no hacer las cinco comidas es posible que tenga más ansiedad y aumente las cantidades y así la “pelota” se puede ir haciendo más grande.

Así que lo básico es concienciarse de que unos pequeños hábitos son necesarios  para mantener unos resultados óptimos, no solo de volumen y peso, sino que también para tener una buena relación con los alimentos, sin ansiedad por éstos ni dieta estricta.