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Publicado el 3 de agosto de 2016Última edición el 26 de noviembre de 2019
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Liposucción en Obesidad ¿Cómo puedo evitarlo?


Aunque la grasa es temida por la mayoría de gente, es necesaria tener una proporción corporal, debido a que cumple funciones como la de aislante térmico, es la principal reserva de energía del cuerpo, protege algunos órganos, forma parte de la estructura de membranas celulares y transporta vitaminas liposolubles (vitamina A,D, E y K). No obstante, cuando la grasa corporal se acumula en exceso, aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades relacionadas, como obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, dislipemias, etc. Por este motivo, son muchos los pacientes interesados en liposucción en obesidad.

La localización de la grasa en la parte abdominal es la más perjudicial para la salud, porque nos está indicando que la grasa se encuentra principalmente entre las vísceras. Y precisamente la grasa visceral es la que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Liposucción en obesidad: ¿Por qué se me ha acumulado la grasa en estos puntos?

Los motivos por los que la grasa se acumula en ciertos puntos del cuerpo son: una mala alimentación (alimentarnos con grasas de mala calidad o muchos azúcares), el sedentarismo, el estrés (debido a la liberación de cortisol, que favorece la formación de grasa), un alto consumo de bebidas alcohólicas, una mala regulación de ciertas hormonas, dormir pocas horas, por genética, o por alguna enfermedad en particular.

Asimismo, para evitar esta acumulación de grasa abdominal y por tanto evitar la liposucción en obesidad, se deben seguir los siguientes consejos:

  1. Llevar una alimentación saludable, en la que consumamos principalmente verduras, hortalizas, frutas, legumbres, tubérculos, frutos secos, cereales integrales, huevos, pescados, carnes magras y lácteos.
  2. Evitar el consumo de grasas de mala calidad y azúcares. Limitar lo máximo posible la ingesta de bollería, dulces, snacks salados, bebidas azucaradas, margarinas, aceites refinados de colza, palma, girasol, etc., comidas precocinadas, y resto de alimentos ultraprocesados. También es recomendable evitar las bebidas alcohólicas o consumir cuanta menos, mejor.
  3. Realizar ejercicio físico de manera constante. Para evitar la acumulación de grasa visceral, es imprescindible la realización de ejercicio físico de manera periódica (al menos 3-4 veces por semana), y de manera constante, ya que no obtendremos resultados óptimos si no continuamos realizando la actividad física al menos durante 3 meses consecutivos. Si se lleva una vida sedentaria, el metabolismo basal será muy bajo, de manera que el cuerpo quemará pocas calorías en estado de reposo.
  4. Descansar adecuadamente. Para evitar o aliviar el estrés, es recomendable descansar entre 7 y 8 horas diarias, y hacerlo en un ambiente relajado, sin ruidos y sin iluminación. De esta manera, se evitará una alta liberación de la hormona cortisol, reduciendo así su capacidad de acumulación de grasa abdominal. Además, dormir pocas horas o no descansar correctamente parece desencadenar alteraciones compensatorias que baja los niveles de leptina, hormona encargada de lanzar mensajes de saciedad al cerebro, por lo que provoca que durante el día se ingiera más cantidad de comida para notar la sensación de plenitud.

Y ahora que lo tengo, ¿Qué puedo hacer?

Lo primero que debes hacer es acudir a un especialista en obesidad, ya que será quien te dará recomendaciones personalizadas de qué es lo mejor para ti, acordes a tus características individuales y podrá asesorarte para perder el exceso de grasa abdominal, si es tu caso.

Por otro lado, para perder la grasa visceral deberás cambiar de hábitos. De la misma manera que se puede evitar la ganancia de esta grasa localizada, una vez la tienes debes seguir los mismos consejos para reducirla.

Sobre todo, lo mejor que puedes hacer es comenzar con una rutina de ejercicio físico para activar el metabolismo y quemar más calorías, manteniendo o ganando masa muscular, mientras se busca el objetivo de reducir la masa grasa corporal. Para este objetivo en concreto, son recomendables los ejercicios de alta intensidad, en periodos cortos de tiempo, que es lo que se conoce como HIIT. A su vez, se recomienda combinar con ejercicios aeróbicos para ayudar a oxidar la grasa y entrenamientos de fuerza o tonificación, para incrementar la masa muscular, ya que el músculo es el principal “quema-grasas” que tenemos en el cuerpo.

Si el exceso de grasa abdominal sigue persistiendo tras haber cambiado todos tus hábitos según lo comentado anteriormente, debes acudir a un buen cirujano plástico, especializado en liposucción en obesidad.

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