Imagen corporal obesidad

Uno de los problemas que padece el paciente obeso, es la disminución de la lívido, a la vez que una dificultad “física” en las relaciones sexuales de pareja

En el tratamiento de la obesidad, reducir el peso es un objetivo, pero no el único, hay que sustituir los hábitos de alimentación por otros más adecuados.

Un Psicólogo enseña técnicas para conseguir que las personas afronten la obesisdad de forma adecuada hasta superarlos.

Ahondar en este estado nos puede aportar una información muy valiosa acerca de nosotros mismos y de nuestro mundo emocional, y si somos suficientemente pacientes y valientes para mirarlo de cara a cara, no puede llevar a lugares de gran crecimiento y superación interior.

En numerosas ocasiones nos planteamos metas y objetivos que nunca llegamos alcanzar. La pérdida o estabilidad de peso suele ser una de estas metas.

La obesidad manifiesta de alguna manera nuestra manera de “Estar en la vida”. Por ejemplo, muchas personas obesas suelen ser personas que tienen dificultades en atenderse a ellas mismas, en velar por sus necesidades y acaban siendo las últimas

No es que uno conscientemente decida estar obeso y piense que le compense estar así, ¡no! Tampoco se trata de que uno a sí mismo se eche la culpa por la obesidad y se fustigue por ello, ¡nada más lejos de la realidad!. Se trata pues de darse cuenta que la obesidad no es sólo una cuestión de hábitos alimentarios y de ejercicio, sino que tiene profundos vínculos emocionales y relacionales, que es un reflejo de cómo uno está en la vida, de cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos.

Prohibido prohibirse. No hay factor que haga más engordar y desequilibrar la alimentación que ser estricto con uno mismo y tener una dieta llena de prohibiciones. De hecho un importante número de personas obesas comienzan a serlo así, llevando dietas estrictas. Por ello, hay que tener en cuenta que el hecho de prohibirse está creando […]

Hemos observado que las personas con esta obsesión por el peso tienden a adelgazar menos, a realizar cambios menos duraderos en sus hábitos, a frustrarse más y a valorar menos el proceso realizado