¿Podemos modificar nuestra sensación de saciedad?

25 febrero, 2021

La respuesta a la pregunta ¿Podemos modificar nuestra sensación de saciedad? es sí. La cuestión es cómo.

La regulación entre el hambre y la saciedad es un campo de múltiples factores alimentarios, psicológicos, nutricionales, metabólicos y perceptivos. Y es tan importante como difícil de comprender y de modificar.

De forma generalizada existen ciertas pautas dietéticas que ayudan a aumentar nuestra sensación de plenitud o saciedad:

• La ingesta de grasas saludables.
• Un buen aporte de proteínas de alta calidad (huevos, pescados, carnes magras, legumbres, etc.).
• Un contenido elevado de hidratos de carbono complejos ricos en fibra soluble.
• Evitar la ingesta de alimentos que faciliten el vaciamiento gástrico en exceso como los azúcares libres, sobre todo en bebidas.
• Realizar 5-6 ingestas al día de menor volumen. Aunque aquí encontraríamos mayor debate.

Pero, aun cumpliendo estas pautas existen múltiples factores que pueden hacernos sentir que nunca nos encontramos saciados. La ansiedad es uno de los principales motivos.

Un estudio de la Universidad Rovira i Virgili (UVR), en colaboración con investigadores británicos y daneses, ha elaborado un estudio con 150 voluntarios con sobrepeso y obesidad determinando que quienes presentaban mayor saciedad contenían en su sangre mayores concentraciones de glicina y ácido linoleico. Y aquellos que presentaban menor saciedad contenían mayores concentraciones de sacarosa y algunas esfingomielinas.

Se trata de un pequeño estudio con una muestra muy reducida pero apoya las pautas dietéticas mencionadas. Además, puede marcar un camino a seguir en futuras investigaciones sobre la modificación de la saciedad mediante los alimentos que ingerimos.