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La obesidad afecta a la fertilidad en la gran mayoría de los casos, tanto mujeres como a varones. El aumento de la grasa corporal, actúa como un filtro para los marcadores hormonales, que causa desajustes en el ciclo menstrual, en la ovulación, en la maduración del endometrio, y en la menstruación. Es muy frecuente la ausencia de menstruación o los retrasos.
En los varones es característico, la disminución de número y calidad de los espermatozoides.
Los mecanismos en el caso de los hombres son diversos:
Disrupción en la fisiología del eje hipotálamo-hipófiso-testicular (HHT).
Incremento en la liberación de hormonas derivadas del tejido adiposo, entre ellas leptina, que podrían alterar la fisiología del eje HHT y/o afectar directamente las células de Leydig y la espermatogénesis.
Aumento de las adipoquinas (proinflamatorias), incremento de la temperatura escrotal y acumulación de disruptores endócrinos en los adipocitos.
La apnea del sueño, frecuente en obesos, que suprime el pico nocturno de testosterona necesario para la espermatogénesis.