Liposucción y Obesidad: Implicaciones emocionales

Liposucción y obesidad cada vez van más de la mano en nuestra sociedad. Es decir, cada vez hay más personas obesas que optan por la liposucción como una solución a sus problemas con el peso y volumen corporal. En este artículo vamos a analizar y exponer las implicaciones emocionales de la liposucción y cómo puede ser una ayuda o bien todo lo contrario.

Liposucción y obesidad: Cuestión de imagen ¿Cómo me veo yo?

Lo primero que uno se tiene que preguntar de manera sincera y honesta es PARA QUÉ realmente deseo hacerme una liposucción. Es decir, cuales con mis motivaciones profundas que me llevan a querer realizar la intervención. Si me paro ahí podré ver que en el fondo hay una no aceptación de mi imagen corporal, de mi mism@. Rechazo mi imagen y me rechazo en definitiva a mí. Aquí se me plantean varias alternativas ante dicha situación. Una sería “conformarme”, quedarme sin hacer nada e insatisfecho. Otra sería tomar alguna alternativa para cambiar mi físico (dieta, liposucción, cirugía bariátrica…). Además de todo ello, sería interesante plantearme seriamente el cuestionar como me miro y empezar a mírame de verdad de otra manera.

Liposucción y obesidad: Cómo me ven los demás ¿Quizás demasiadas autoexigencias?

Muchas veces nos puede servir de ayuda tener la mirada de los demás como referencia hacia nosotros, ya que esta mirada suele ser más reforzante, menos crítica y más valorativa. Ahí podemos darnos cuenta de la gran crítica y autoexigencia que tenemos con nosotros mismos, de cómo hacemos depender toda nuestra valoración de nuestra imagen corporal. Esto se observa sobre todo en mujeres, dónde la exigencia a estar delgada es muy grande y hace que si no se cumple con ella, la autoestima se vea seriamente comprometida.

Por lo tanto, antes de someternos a una liposucción es muy recomendable que nos apoyemos en las personas cercanas y valorativas, personas que nos acepten tal y como somos, ellas nos pueden ayudar a tomar las decisiones no tanto desde la autoexigencia y más desde el amor a nosotros mismos.

Liposucción y Obesidad: ¿Una salida fácil?

Muchas personas conciben la liposucción como la salida fácil al sobrepeso y a la obesidad. Parece que con una cirugía y casi de un “plumazo” se podría borrar del cuerpo del paciente esa grasa que tanto le molesta. Esto a corto plazo puede ser verdad en algunos casos, sin embargo a largo plazo esta visión es ingenua y simplista, ya que si no hay un cambio de dieta y de relación con la comida, tarde o temprano la grasa volverá de nuevo, porque se obvia que la tendencia a engordar de esa persona, y la liposucción no realiza ningún cambio en esta.

Liposucción y obesidad: ¿Y después qué? ¿Una solución duradera a los problemas de peso?

Para que la liposucción o cualquier solución sea efectiva a largo plazo es necesaria que haya un cambio real de los hábitos alimentarios (tipo de comida ingerida, horarios de comida, cantidad de comida) y ejercicio físico. Estos cambios a su vez promoverán un cambio en el metabolismo de la persona y vendrán dados por un cambio consistente y permanente en la relación que la persona tiene con la comida (si baja la compulsión alimentaria, por ejemplo). Por lo tanto, intervenirse de liposucción y no realizar ningún cambio sólido y estable puede ser una manera transitoria de aliviar ese deseo de cambio corporal, pero a largo plazo traerá un sentimiento de frustración, decepción y fracaso. Estos sentimientos no harán más que agravar la obesidad de la persona, que posiblemente tendrá más compulsión alimentaria y puede que engorde incluso a mayor velocidad.

Por lo tanto, y para resumir, si desea realizarse una liposucción le instamos a que se plantee un cambio radical en su manera de relacionarse con los alimentos. Si por ejemplo, usted solo siente que no puede, busque apoyo en un equipo especializado. Tenga en cuenta que si los cambios a realizar son excesivamente grandes, para conseguir estos cambios (y que sean duraderos, cambiando su manera de comer), posiblemente necesitará una intervención de cirugía bariátrica junto con un seguimiento multidisciplinar.