Aprende a interpretar el Nutri-Score

La Unión Europea ha implantado un nuevo modelo de etiquetado, el Nutri-Score, que distingue los alimentos saludables de los insalubres. En la mayoría de los casos generando una mayor confusión, te lo contamos a continuación.

Pero, en primer lugar, te recomendamos que leas nuestro artículo específico sobre el etiquetado nutricional, si quieres saber cómo interpretar el etiquetado de los alimentos.

¿Qué es el Nutri-Score?

El etiquetado “Nutri-Score” es un nuevo sistema de lectura de etiquetado frontal de alimentos en forma de semáforo que se presentó en 2018 y que ya está siendo implantado en España desde el primer cuatrimestre de 2021.

A día de hoy su uso en España es voluntario y hasta finales de 2022 o 2023 no está previsto que sea implantado de manera generalizada.

¿Cómo funciona Nutri-Score?

Se otorga un color y una letra a los alimentos según su composición, hay 5 tipos de clasificaciones:

• A: verde oscuro
• B: verde claro
• C: amarillo
• D: naranja
• E: rojo

El color verde hace referencia a la mejor puntuación, significando que es un alimento más sano. Por otra parte, un color rojo hace referencia a la peor puntuación, significando que es un alimento menos saludable.

El Nutri-Score evalúa cada alimento según su composición nutricional por cada 100 gramos de producto, sin tener en cuenta el grado de procesamiento del producto y tampoco relaciona la información nutricional con los ingredientes del mismo.

Los puntos son atribuidos en función de los elementos “favorables” y “dañinos” que tenga el producto:

• Suman puntos (negativo): calorías, azúcares simples, grasas saturadas y contenido en sal.
• Restan puntos (positivo): la proporción de frutas, verduras, fibras y proteínas.

Es decir que los alimentos más saludables (A y B) tienen una baja puntuación, y cuantos más puntos, menos saludables será el producto (D y E).

Y aquí está el error, en juzgar una serie de nutrientes de forma aislada sin tener en cuenta el producto completo.

El objetivo del Nutri-Score es que los consumidores seamos capaces de diferencias los productos saludables de los perjudiciales para nuestra salud. Haciendo referencia al color verde oscuro y la letra A la opción más saludable y al color rojo y la letra E la menos saludable.

¿Dónde está el problema del Nutri-Score?

Este nuevo sistema cuenta con una serie de limitaciones importantes:

1. No distingue entre los tipos de grasas: El Aceite de Oliva Virgen Extra tiene una clasificación D, por lo que tenderemos a pensar que es un alimento de “mala calidad nutricional”, y obviamente sabemos que no es verdad siempre y cuando este se consuma en cantidades razonables.
2. Tampoco tiene en cuenta el grado de procesamiento de los alimentos: Es por ello, que la Coca-Cola Zero obtiene una clasificación B, dentro de los alimentos de “buena calidad nutricional”, cuando realmente no lo es.
3. Ni distingue entre cantidades de azúcar añadidas y azúcar propio del alimento.
4. Asume que los alimentos con más calorías no son saludables.
5. Utiliza valores de referencia muy antiguos.

Por lo que nos encontramos alimentos saludables clasificados como perjudiciales y viceversa.

Por otra parte, hay una serie de productos exentos de esta clasificación, como son:

• Productos frescos: carnes, pescado, frutas, verduras, legumbres…
• Productos con un solo ingrediente en su composición: vinagre, miel…
• Café, té e infusiones
• Alimentos suministrados por el fabricante: platos preparados.
• Alimentos vendidos en envases de menos de 25 cm2: chocolatinas, chicherías, barritas de cereales…
• Bebidas alcohólicas

Práctica aplicada a la teoría del Nutri-Score

La idea del Nutri-Score es buena, ya que es muy visual y fácil de interpretar, pero a la hora de llevarlo a la práctica, todavía falta mucho por mejorar. A continuación, observaremos unos ejemplos.

Podría ser útil en el caso de que comparásemos dentro de una misma categoría de alimentos, en la siguiente imagen sinazucar.org lo explica de forma muy visual:

Sin embargo, aun así,  nos dejaríamos llevar por “el que gana”, sin que ese producto sea la mejor elección que podemos hacer. Como podría ser el caso de los refrescos:

Por otra parte, hay una controversia existente respecto al aceite de oliva virgen extra, producto que obtendría una puntuación «D». ¿Entonces una coca-cola zero sería más saludable que el aceite de oliva virgen extra? Evidentemente no. ¿Y por qué puntúan de esta forma al aceite? Por ser 100% grasa, mientras que la coca-cola zero tiene 0 g de grasa por cada 100 g de producto y cómo ya hemos podido observar, el sistema de puntuación de Nutri-Score, no distingue según la calidad de las grasas, por lo que de esta manera el aceite de oliva virgen extra, nunca podrá aprobar. Por lo que la resolución final ha sido que no llevará el Nutri-Score.

¿Qué otros sistemas existen?

Aparte del “Nutri-Score”, hay muchos otros sistemas de etiquetados en el mercado. Como, por ejemplo, NOVA, que asigna un grupo a los productos alimenticios del 1 al 4, basándose en el grado de procesamiento de estos.

• G1: alimentos no procesados o mínimamente procesados
• G2: ingredientes culinarios procesados
• G3: alimentos procesados
• G4: alimentos y bebidas ultraprocesados

O el sistema de etiquetado basado en advertencias, implantado en Chile y México, que advierte de forma clara, veraz, oportuna, visible, idónea, suficiente y comprensible a los consumidores cuando un producto contiene exceso de azúcar, sodio o grasas saturadas o contiene edulcorantes.

Conclusiones

Como hemos visto, la realidad es que este etiquetado confunde al consumidor, ya que cataloga falsamente productos sanos como insanos y viceversa.

Por otra parte, algunas multinacionales de los ultraprocesados utilizan el Nutriscore para anunciar sus productos en la TV como saludables. Un ejemplo puede ser el caso de Nestlé, que anuncia sus productos a la población infantil como saludables, siendo otra la realidad: productos con mucho azúcar y relacionados directamente con la obesidad infantil.

En conclusión, que no te engañen con el Nutri-Score, ya que en definitiva es una estrategia más de marketing para “blanquear” productos perjudiciales para la salud. Lee las etiquetas, sea cual sea la calificación en el Nutri-Score, y opta siempre por alimentos sin etiquetar: fruta, verdura, legumbres, frutos secos al natural… En definitiva, productos frescos.

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