Dieta en enfermedades tiroideas

La glándula tiroidea es la encargada de la síntesis de ciertas hormonas que regulan el metabolismo y otras funciones. Estas contienen yodo en su composición. Tanto el exceso como el defecto de yodo en la alimentación pueden producir problemas a nivel de esta glándula. Además, existen personas que por motivos distintos a la alimentación tienen alteraciones en la secreción de estas hormonas por parte de la glándula tiroidea.

En la dieta humana existen diversos alimentos y fármacos que pueden modificar los niveles de yodo, y que por tanto deben  ser tenidos en cuenta, sobre todo en personas con afecciones tiroideas. En España son menos comunes las afecciones por déficit de yodo puesto que las sales comerciales suelen llevarlo añadido, sin embargo, siempre que el especialista lo recomiende por alguno de estos motivos, debemos tener en cuenta los siguientes factores alimentarios:

Algunos alimentos muy ricos en yodo

• Sal Yodada
• Pescados (Bacalao; Salmonete; Merluza; Conservas de pescado; Caballa; Arenque; Jurel
• Mariscos (Berberechos; Mejillones; Bivalvos y Ostras
• Crustáceos (Camarón; Bogavante; Langosta)
• Brotes de soja; Ajo; Lechuga; Algas

Algunos alimentos con contenido medio en yodo

• Yogur de frutas entero; Leche condensada
• Acelgas; Espinacas
• Canónigos; Espinacas
• Setas; Champiñones; Níscalos
• Zanahorias
• Manzana
• Cacahuetes y anacardos

Algunos alimentos con contenido medio-bajo en yodo

• Pan blanco; Patatas
• Escarola
• Endivias
• Guisantes
• Naranja; Higos; Nueces

Sustancias alimentarias que disminuyen la captación de yodo por el tiroides (Importante a tenerlas en cuenta en personas tratadas farmacológicamente por hipotiroidismo), también denominados “Alimentos Bociógenos”

• Tioglucósidos (Se encuentran en Berzas y en alimentos del grupo de las Brassicae como pueden ser la Col; Col de Bruselas; Coliflor; Col verde; Brócoli y el Nabicol, la mostaza, así como todos aquellos alimentos o derivados de la misma familia)
• Glucósidos cianogénicos (Se encuentra principalmente en la mandioca)

El calor de la cocción puede favorecer la destrucción de estos compuestos