La culpa y la dieta
La culpa y la dieta, van demasiadas veces unidos. La culpa es una de las pseudo-emociones que suelen hacer más mella en las personas que realizan algún tipo de dieta, sobre todo en el momento que se salen de ella, o como muchas personas dicen “pecan”.
¿Qué implica la culpa?
La culpa es una de las mejores maneras que tenemos para no responsabilizarnos de nuestras acciones, y en lugar de eso, «machacarnos» a nosotros mismos por lo malos que somos o lo mal que nos estamos comportando. Es decir, en vez de pararnos a observar de una manera serena y comprensiva que nos está ocurriendo, entramos en la autocrítica y descalificación. Así obviamente no podemos coger la responsabilidad de nuestra vida.
¿Qué hacer con la culpa?
Es importante que cuando esta aparezca, no debemos alimentarla, dándonos cuenta de que hemos entrado en ese círculo de pensamiento, y tomar así una actitud objetiva con lo que nos sucede. Se trata de ser un buen amigo con nosotros mismos, para ayudarnos a comprender qué nos está ocurriendo. Por otro lado, tampoco se trata de ser indulgentes con nosotros mismos, porque en ese caso estaríamos restando responsabilidad a nuestro comportamiento.
De manera que dieta sí, pero culpa no, porque los desvíos de lo inicialmente previsto es humano, y lo importante es saber corregir (compensando unas comidas con otras) y finalmente recorrer el camino que nos habíamos propuesto, sin abandonar y llegando a su final.