Frenar el sobrepeso y la obesidad

Una alimentación variada, equilibrada y suficiente, junto con un estilo de vida saludable lejana del sedentarismo, es la clave para frenar el sobrepeso y la obesidad. En el presente artículo, explicamos las premisas básicas de las que debemos partir para obtener una alimentación saludable.

Vigilar nuestra alimentación además de aumentar la práctica de ejercicio físico es la clave para seguir un estilo de vida saludable que prevenga del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades asociadas.

La premisa a cumplir para conseguir una alimentación adecuada sería una seguir una dieta “variada, equilibrada y suficiente”.

Alimentación Variada

Se debe de comer de todo pero con moderación. Nuestra alimentación debe incluir todo tipo de alimentos con el fin de aportar a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios. Por ejemplo, las frutas y las verduras son la fuente principal de vitaminas, minerales y fibra. En cambio los pescados son ricos en ácidos grasos y proteínas. Así como las pastas y los arroces son ricos en hidratos de carbono complejos que nos proporcionan la energía necesaria en el día. Cada alimento nos aporta unos nutrientes diferentes, y aportar variedad a nuestra dieta nos previene de un déficit nutricional y también de la obesidad a la que conllevan las dietas monótonas. Debemos desprendernos de los platos precocinados o preparados industriales y aumentar el consumo de alimentos frescos y naturales, ricos en agua y fibra que favorezcan la sensación de saciedad (frutas o verduras frescas), legumbres, farináceos o cereales, carnes magras y poco grasas sin abusar de las carnes rojas, pescados blancos sin abusar de los azules…

Alimentación equilibrada

Los alimentos que comemos, nos deben proporcionar los nutrientes necesarios que cada uno de nosotros necesita en nuestra dieta habitual. Este equilibrio depende de factores personales como edad, sexo, situación fisiológica, talla, peso, actividad realizada… Por ejemplo, una mujer que está embarazada y que tiene una actividad física sedentaria no necesitará los mismos nutrientes que un hombre de 37 años que practique ejercicio intenso diariamente. No obstante, hay unas recomendaciones generales de alimentación que se plasman en la “Pirámide nutricional” y están basadas en un reparto energético diario del 55-60% en hidratos de carbono, un 20-25% en grasas y un 15% en proteínas. La nueva pirámide nutricional, tiene en cuenta aspectos importantes que disminuyen el riesgo de padecer obesidad como la realización de actividad física, la convivencia y el comer en familia, volver a las comidas tradicionales y que respetan el medioambiente…

Alimentación suficiente

Debemos comer para vivir y no vivir para comer. Es importante que nuestra dieta habitual aporte únicamente las calorías justas y suficientes para desarrollar nuestra actividad diaria, ni más ni menos. Además, estas calorías deben estar bien distribuidas a lo largo de todo el día mediante la realización de las 5 ingestas recomendadas (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena). Si mediante nuestra alimentación aportamos más calorías de las que necesitamos, nuestro cuerpo no “las gastará” y las acumulará a modo de grasa el exceso de calorías favoreciendo el desarrollo de la obesidad.

La Pirámide de los alimentos, nos sirve de guía para saber cómo tenemos que alimentarnos teniendo como referente la dieta mediterránea; en la base de la pirámide se encontrarían los alimentos que debemos tomar diariamente y a medida que nos distanciamos a la cúspide de la pirámide, la frecuencia del consumo de alimentos es semanal u ocasional.