Viajar en coche: la alimentación también viaja con nosotros
Viajar en coche requiere un estado de concentración y alerta máximo, lo que se consigue atendiendo a nuestra alimentación, y con más razón si se trata de viajes largos. Al igual que planificamos en los viajes “qué ropa llevarnos”, también debemos planificar “qué comida llevarnos”. Una alimentación poco adecuada antes o durante el viaje, disminuye nuestra atención y actos reflejos en la carretera. Conductor y acompañantes, deben respetar unas pautas básicas de alimentación para viajar en coche.
1. Debemos descartar alimentos que produzcan digestiones pesadas, lo cual produce somnolencia y cansancio. Opta por alimentos fáciles de digerir que faciliten una concentración máxima y ayuden a despejarnos.
Por tanto, como aperitivos evita aquellos alimentos que tienen como única ventaja que son fáciles de transportar, con ellos nos referimos a las golosinas, patatas, snacks, bollería, galletas… además de ser alimentos poco saludables por su alto contenido calórico, debido a su importante carga de azúcares simples y grasas saturadas que afectan a nuestro corazón y nos predisponen a un sobrepeso, estos alimentos tienden a consumirse en cantidad, lo que puede conllevarnos a una pesadez de estómago. Sabemos que seguramente la fruta no te parezca un aperitivo muy apetitoso, pero es ideal para estos momentos por tratarse de comida ligera…. Para el coche, cómete una pieza de fruta, despéjate y retoma tu viaje.
Planifícate; si te llevas la comida preparada de casa, opta por platos ligeros, siempre nos excusamos con un “no me ha dado tiempo”, “es que estaba muy cansad@”, “es que a mis hijos esto no les gusta”. Existen infinidad de alimentos e infinidad de formas de cocinarlos. Para viajar, puedes prepararte ensaladas frías de pasta o arroz, es aconsejable que estas ensaladas no tengan mucha cantidad de este tipo de alimentos para que no resulten pesadas, y que se acompañe con hojas verdes poco flatulentas (canónigos o rúcula en lugar de ensalada), o verduras tipo zanahoria, pepino o pimiento rojo crudo, añádele una pechuga de pollo cocinada el día de antes (no hay excusas…), 5 nueces y alíñala con aceite, vinagre y albahaca… otra opción son los sándwiches fríos (que nutricionalmente no están nada mal, eso sí… evita la mahonesa).
Si no te has planificado, o por cualquier motivo vas comer en restaurante durante tu viaje en coche, no te pidas el plato más copioso y suculento del restaurante, y no te infles a cantidad aprovechando que estás “comiendo fuera”, sabemos que entran de ganas de comer más cuando comemos fuera, pero después, cuando cojas el coche y continúes el viaje, te acordarás de la comida copiosa…
Refrescos gaseosos; no a todo el mundo le vienen bien los refrescos tipo “cola” o cafés con cafeína. Debemos tener en cuenta que mucha gente tiene problemas de tensión y el consumo de estos productos, sin pensárnoslo dos veces, puede ser perjudicial. Actualmente existen productos en el mercado con niveles muy elevados de cafeína en su composición, lo que podría producirnos una sobreexcitación o nerviosismo que nos puede afectar en la forma de conducir, así que recomendamos leer muy bien las etiquetas nutricionales antes de su consumo y consultar a su médico o nutricionista. Además, los gases pueden resultar bastante incomodos a la hora de viajar, ya que vamos a estar sentados durante muchas horas y nos pueden producir molestias estomacales. Opta por infusiones de te frías o lo mejor… “Agua Fresca”, no es tan difícil llevarse una nevera. Y por supuesto, no debemos de consumir bebidas alcohólicas.
Y una cosa muy útil… ¿Qué hacemos para evitar los mareos?
Los mareos son uno de los problemas más comunes que sufren los niños, y los no tan niños, antes de viajar. Debemos hacer un buen desayuno. Un buen desayuno no es únicamente “un vaso de leche”, sino que tiene que haber algún solido nutritivo acompañando al líquido, y con nutritivo NO nos referimos a cruasanes o magdalenas, sino a cereales, fruta y tostadas con york, pavo, serrano o queso, que proporcionen energía para sentirse fuertes. Si los viajes son cortos, y la persona tiene cierta propensión a marearse, quizá lo mejor sea no tomar nada para evitar nauseas, y comer una vez hayamos terminado nuestro viaje. También podemos consultar a nuestro médico.