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Riesgo cardiovascular debido a la reducción de actividad física por el COVID19

27 enero, 2021

Uno de los principales efectos de la pandemia es la reducción de la actividad física. Y no solo durante el confinamiento domiciliario. Cuando se retomó mínimamente la actividad muchas personas ya no volvieron a los gimnasios, ni a realizar paseos, ni a realizar rutas por la montaña por temor y por precaución.

Esta reducción de la actividad todavía puede ser mayor con el endurecimiento de las medidas de las últimas semanas. Es por ello, que desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, se desea animar a la población a realizar toda aquella actividad física segura dentro de las posibilidades de cada persona.

 

Recomendaciones

  • Ejercicio al aire libre y de forma individual. Siempre con mascarilla y evitando zonas donde se pueda acumular un mayor número de personas.
  • Ejercicios en casa. Con pequeñas mancuernas, cintas elásticas o de resistencia o con el propio peso corporal se pueden conseguir resultados excelentes.
  • Asistir a clases virtuales con entrenadores personales titulados.

 

Hoy en día, es difícil encontrar algo que no se puede realizar «online» o de forma «virtual». Las videoconsultas o las clases virtuales se han hecho cada vez más frecuentes en todos los ámbitos. Debemos aprovechar las facilidades que estos sistemas proponen y no detener nuestras vidas frente a problemas tan graves como el sedentarismo, los hábitos incorrectos de alimentación o los problemas de salud.

El riesgo de accidente cardiovascular ha aumentado considerablemente debido a la falta de actividad física creciente. También por el temor de mucho a acudir al hospital cuando es necesario o por el retraso de pruebas diagnósticas. Todos estos daños colaterales de la pandemia no se suman a las cifras oficiales y deben ser tenidas en cuenta.

Les animamos a retomar la actividad física en la medida de lo posible y respetando las recomendaciones sanitarias. También les recordamos que no deben dejar pasar señales de alarma y llamar a los centros sanitarios cuando sea necesario. Un diagnóstico precoz siempre favorece la recuperación de cualquier patología.