Vida sexual y Obesidad
Algunios detalles de la vida sexual y Obesidad
Uno de los primeros problemas que padece el paciente obeso, es la disminución de la líbido, a la vez que una dificultad “física” en el desarrollo de las relaciones sexuales de pareja, creando una situación de creciente rechazo e inhibición, consciente o inconsciente.
Se trata de un problema sobrevenido a la obesidad, multifactorial y complejo, aunque “cura siempre” al perder peso y resolver la obesidad. Se trata de un problema puramente fisiológico, aunque habitualmente el propio paciente se inculpa y merma su autoestima.
Tanto en la mujer como en el hombre obeso, el exceso de grasa acumulada actúa como un filtro o esponja, de manera que capta parte de las hormonas y moléculas reguladoras, impidiendo que estas lleguen a su destino a la concentración adecuada. El resultado final es una disfunción endocrina.
Las consecuencias
En el caso de la mujer, el ciclo hormonal se altera, las pacientes ovulan tardíamente o de forma irregular, y además padecen con frecuencia menstruaciones poco abundantes y cortas, debido a una menor maduración de la mucosa endometrial. Otras veces simplemente se produce ausencia de ciclo menstrual, como en la anorexia.
La merma en la acción de las hormonas sexuales circulantes, producen además una disminución de la lívido en ambos sexos.
Los problemas o desequilibrios Psicológicos asociados y sobrevenidos, unidos al sedentarismo y la disminución progresiva del tono vital que padecen muchos de estos pacientes, actúan negativamente en la lívido y en el desencadenante del estímulo sexual.
Por último, la arterioesclerosis que se asocia al síndrome metabólico del obeso mórbido, causa alteraciones a muchos niveles, afectando muy pronto a la capacidad eréctil, que se ve mermada o incluso anulada.
La solución
En definitiva, la disminución de la lívido y la disminución de la “calidad de la función sexual” tienen un origen multifactorial, y afortunadamente se resuelven de forma proporcional a la pérdida de peso y tiempo de recuperación.
En algunos casos puede ser conveniente utilizar fármacos de ayuda a la función eréctil, aunque siempre bajo prescripción y supervisión médica, debido al mayor riesgo de accidente cardiovascular que padecen los pacientes obesos.
Recuerde que la hipertensión, los problemas cardíacos y la arterioesclerosis severa, son contraindicaciones relativas o absolutas para el uso de estos fármacos.
La terapia psicológica asociada a la ayuda farmacológica, puede ser clave para un pronto y buen resultado final.
En general, la mejor recomendación para que un obeso mórbido recupere una vida sexual saludable pasa por:
- PERDER PESO PROGRESIVAMENTE Y DE FORMA SALUDABLE
- REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA ADECUADA A SU GRADO DE OBESIDAD Y ESTADO DE SALUD.
- INCULCAR Y PROMOVER HÁBITOS MENTALES SALUDABLES Y POSITIVOS PARA LA MEJORA PROGRESIVA DE LA AUTOESTIMA.
- CONSIDERAR LA AYUDA FARMACOLÓGICA, ASOCIADA A LAS RECOMENDACIÓNES PREVIAS, Y NUNCA POR SI SOLA.
Un vez los pacientes han perdido los primeros 12-15 kg, y mejoran los problemas metabólicos como la diabetes, el colesterol elevado o la tensión alta, es función de tiempo el que la función sexual mejore o se normalice completamente.
Dr. Jose Vicente Ferrer
Cirujano Bariátrico y Metabólico. Jefe de equipo