Mamoplastia tras cirugía de la obesidad
El tratamiento de la obesidad requiere de un equipo multidisciplinar, facultativos especializados en diferentes aspectos colaboran para obtener los mejores resultados en el proceso de pérdida de peso. Estos “mejores resultados” hacen referencia no solo a la cantidad de peso que se llega a perder sino también a que esa pérdida de peso sea progresiva, mantenida en el tiempo y “armónica” desde el punto de vista estético.
Es en este último aspecto donde puede ser necesaria la participación de cirujanos plásticos, especializados y sensibilizados con la necesidades de los pacientes obesos tras grandes pérdidas de peso.
Muchas pacientes tras someterse a una intervención para perder peso necesitarán en los próximos meses una intervención plástica para corregir algunas alteraciones estéticas que se producen a nivel de las mamas, del abdomen o también a nivel de los brazos o piernas. Normalmente, estas intervenciones se llevan a cabo cuando ya se ha estabilizado el peso y esto suele ocurrir a partir de los 18 meses de la operación de cirugía bariátrica.
La mamoplastia de reducción es una de las operaciones más demandadas tras perder peso, debido a que la mama es una de las zonas del organismo que pierde más grasas, con el consiguiente defecto estético. Aun así, esta situación es muy variable, y depende de la edad de la paciente, volumen previo de las mamas y proporción de grasa/glándula de la misma. Esta cirugía la realiza el cirujano plástico de nuestra clínica. El objetivo es reducir el volumen de la mama para mejorar la imagen corporal de la paciente. prácticamente siempre se acompaña de una prótesis de silicona, para conseguir un mejor resultado estético.
Es una técnica sencilla, en la que en manos expertas se obtienen muy buenos resultados.
El proceso para llevar a cabo la mamoplastia requiere de una consulta preoperatoria con el cirujano plástico que valorará la mejor técnica en función del tamaño, tipo de piel, posibles asimetrías etc. Una vez decidida la intervención se realiza un preoperatorio (analítica, ECG, etc) y se concreta el día de la operación.
Tras la cirugía la recuperación es rápida, con pocas molestias postoperatorias y una estancia en el hospital de solo 24-48 horas, y volviendo a una vida normal en unos 7 días.
Los resultados de esta operación, junto con la abdominoplastia, son muy satisfactorios y así lo manifiestan las pacientes que ya han sido operas por nuestro equipo.