Balón gástrico y ejercicio físico

El objetivo de la implantación de un Balón gástrico es conseguir la mayor pérdida de peso posible al mismo tiempo que se reconducen los hábitos del paciente. Esta reeducación es la clave para la no reganancia futura del peso perdido.  Aunque un porcentaje mayoritario de la perdida de peso tiene lugar durante los 6 o 12 meses que se implanta el balón intragástrico, la pérdida se prolonga hasta finalizar el año de tratamiento multidisciplinar (médico, nutricional y psicológico).  El ejercicio físico es un pilar básico dentro de ese cambio de hábitos que permiten la pérdida de peso y el mantenimiento del mismo a futuro. El balón gástrico y el ejercicio físico le ayudarán a conseguir los objetivos deseados.

Con todo ello, el paciente conseguirá adoptar un estilo de vida saludable. El objetivo es lograr una pérdida de peso corporal, prevenir o mejorar, las enfermedades asociadas a la obesidad y mantener a largo plazo los nuevos hábitos dietéticos y de estilo de vida.

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Uno de los aspectos más importantes dentro de los cambios que debe realizar el paciente, es su grado de actividad física diaria, y el ejercicio físico programado. Sin embargo, es el «punto débil» más frecuente, a pesar de nuestros esfuerzos en convencerles de lo contrario.

Antes de nada, si detectásemos síntomas dudosos o antecedentes preocupantes, le recomendaremos una revisión cardiológica previa.

¿Puedo hacer ejercicio con el Balón gástrico?

Sí. Por supuesto. Realmente desde la preparación del paciente, los días previos a la colocación, se recomienda la práctica de ejercicio físico. Los primeros 2-3 días, donde el paciente puede experimentar náuseas y vómitos si se recomienda limitar el ejercicio físico a caminar. También aquellos pacientes con trabajos físicos, se les recomienda no levantar grandes pesos durante 10 días aproximadamente.

¿Por qué es necesario realizar ejercicio físico con el balón gástrico?

Es necesario por, al menos, 4 motivos:

• Aumento de la pérdida de masa grasa.
• Mantenimiento de la masa muscular.
• Reducción de la piel sobrante (si a hubiera, aunque no es habitual en pérdidas de peso moderadas).
• Establecer una rutina de ejercicio físico durante el tiempo de mayor motivación, para que sea un hábito que se mantenga en el tiempo a largo plazo.

¿Cuáles serían las recomendaciones de ejercicio físico tras la implantación del balón gástrico?

• 10 días: Caminar durante una hora al día, sin forzar, aumentando la intensidad poco a poco. El grado adecuado de intensidad es muy sencillo, porque lo marca el hecho de sudar un poco; en ese momento, el metabolismo del organismo ha aumentado, y se está produciendo un consumo energético a expensas del glucógeno y grasa acumulados.
• A partir del día 11: Podrá realizar ejercicios de mayor intensidad muscular, combinando ejercicios de tonificación muscular (anaeróbicos) con ejercicios de gasto calórico (aeróbicos).

• Ejercicio del tipo aeróbico (80% del total): Natación, bicicleta, cinta, aquagim… o seguir simplemente andando.
• Ejercicio del tipo anaeróbico (20% del total): Tabla de ejercicios pesas ligeras, remo…
• Otros como el yoga, pilates o tai-chi que pueden proporcionarle concentración y elasticidad.

Periodo terapéutico o de pérdida de peso: Se debe realizar ejercicio físico durante cinco días a la semana, 45-60 minutos cada sesión.

Periodo de mantenimiento del ya peso perdido: Se debe realizar ejercicio físico tres días a la semana durante 60-90 minutos cada sesión.

Conclusión

Debido a la obesidad, los pacientes presentan habitualmente una actividad física reducida o nula, por lo que es muy importante retomar una vida activa y el ejercicio físico de manera progresiva. Deben fomentarse actividades cotidianas como desplazarse andando, aparcar lejos de donde nos dirijamos, subir escaleras… .

Se debe ir aumentando el ejercicio en tiempo e intensidad, hasta conseguir una actividad moderada o intensa que garanticen la pérdida de peso. Recuerde una vez más que el ejercicio físico es uno de los pilares básicos para garantizar la eficacia y seguridad del tratamiento junto con la modificación de hábitos dietéticos.